“Dear brother/sister,”
“No caigas en la mentira, ya que todos los seres humanos son siervos y esclavos de Dios. Por lo tanto, los relatos pertinentes expresan esta verdad.”
“Nuestro Señor ha prohibido decir mentiras y ha declarado que la paz, la felicidad y la salvación se encuentran en este mundo y en el más allá. El Profeta (PBUH) ha dicho lo siguiente acerca de decir mentiras:”
“El Profeta (pb), permitió la broma y el chiste refinados con sus palabras.”
“Lo que se entiende aquí es que, incluso al hacer una broma, es importante no decir mentiras o palabras falsas. Por lo tanto, es esencial no adoptar una actitud inapropiada según la religión en las palabras que se usan al hacer una broma.”
“El Profeta Muhammad (PBUH) no aprobaba las bromas que interrumpían la reflexión religiosa, contenían mentiras contrarias a la verdad, generaban rencor y envidia, y eliminaban la seriedad y la gravedad; sin embargo, no prohibía a sus compañeros hacer bromas que no presentaran estos problemas.”
“Rasul-i Ekrem (as) dijo a Enes b. Malik (r.a), quien vino a él a la edad de diez años y estuvo bajo su cuidado durante mucho tiempo. Los estudiosos interpretan estas palabras como si fueran del Profeta Muhammad (as).”
“Hz. Enes (que Allah esté satisfecho con él) narró: Un hombre con poca velocidad e inteligencia le pidió al Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) un animal para montar. Nuestro Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Sí, puedes tener uno”. El hombre no pudo contenerse y dijo: “¡Entonces eso significa que puedo tener uno!” Nuestro Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) tuvo que explicarle al hombre que no había entendido la sutileza de sus palabras.”
“Nuestro amado Enes (que Allah esté satisfecho con él) cuenta: Cada vez que Zahir, quien solía traer regalos de flores, frutas y plantas cuando venía de viaje por el desierto a la ciudad, se acercaba, nuestro Profeta (la paz sea con él) bromeaba y le decía: ‘Aquí viene el recolector de flores’. Esto se debe a que nuestro Profeta (la paz sea con él) también le daba y recibía productos de la ciudad cuando Zahir regresaba al desierto. Un día, cuando Zahir volvía del desierto y buscaba un lugar para vender sus mercancías en el mercado, nuestro Profeta (la paz sea con él) lo siguió y lo sorprendió por detrás, cubriendo sus ojos con las manos. Zahir preguntó quién era y, al mirar por el rabillo del ojo, se dio cuenta de que era el Mensajero de Allah (la paz sea con él). En ese momento, nuestro Profeta (la paz sea con él) bromeó diciendo: ‘¿Adivina quién soy?’ y Zahir respondió: ‘Eres el Mensajero de Allah’. A esto, nuestro Profeta (la paz sea con él) dijo: “Déjame adivinar quién soy”.
“Saludos y plegarias…””Questions about Islam” –> “Preguntas sobre el Islam”