“Dear brother,”
Nuestro Señor Resul-i Ekrem (a.s.m.) durante los primeros años de la invitación al Islam, realizaba la tarea de predicar en secreto. Sin embargo, cuando dirigía la oración para los sahabas, elevaba su voz en la recitación y la hacía audible. Los politeístas, al escuchar la recitación en voz alta del Profeta (a.s.m.), comenzaron a mezclarla con poesía y palabras inventadas. Incluso llegaron a insultar y burlarse del Profeta (a.s.m.). Para evitar que continuaran con esta vil acción y proteger a los musulmanes de la persecución, fue revelado un versículo sagrado:
“Se requería que nuestro Profeta (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él) no elevara su voz para evitar que los politeístas lo escucharan. (Imam al-Zamakhshari. Tafsir al-Kashaf. III/196, Cairo: Dar al-Mushaf, 1397-1977). Después de esto, nuestro Profeta (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él) recitaba en secreto durante las oraciones del atardecer y la noche para evitar cualquier molestia de los politeístas. En cuanto a la oración de la noche, coincidía con su hora de comer, y la oración del amanecer coincidía con su hora de dormir, por lo que su recitación era en voz alta durante estas oraciones. Además, las oraciones de los viernes y de las festividades se hicieron obligatorias después de la Hégira, por lo que no había ningún daño para los politeístas y por lo tanto la recitación era en voz alta.”
“Si las recitaciones durante la oración son de carácter obligatorio, el imam las recitará en voz alta. Aquellos que oran solos las recitarán en voz baja para poder escucharlas. Las recitaciones de inicio y día festivo son obligatorias, por lo tanto, se recitan en voz alta. Las recitaciones de transición entre las oraciones son recomendadas, por lo tanto, el imam las recitará en voz alta, pero aquellos que oran solos las recitarán en voz baja para poder escucharlas.”
“Saludos y oraciones…””Preguntas sobre el Islam”